Anuncios
Miguel Mejía H.
XICHÚ
Acostumbrados a las multitudes el fin de año y el inicio de año zapateando, la población de este municipio ahora recibió el año nuevo sin la fiesta en la plaza principal, en cambio estaban los tarangos vacíos, quizá a la espera de los músicos, en el arco que conduce al quisco estaba la base de una ofrenda a manera de tributo para los huapangueros, bailadores y allegados a la tradición, a lo que ha sido el Festival de Huapango Arribeño y de la Cultura de la Sierra Gorda.
Si por esta plaza, desde 1983, desfilaron los máximos exponentes de esta tradición que tiene su origen en la Sierra Gorda de Guanajuato y Querétaro, así como de la zona media de San Luis Potosí, en esta ocasión, por el distanciamiento social, desde el 29 de diciembre los integrantes del comité organizador del festival levantaron la ofrenda a manera de homenaje por el gran talento desbordado durante estos años que lleva realizándose y que este año cumpliría su edición 38.
Aunque durante el 2020 hubo algunas pérdidas de gente entrañable, el homenaje sirvió para darle vitalidad al colectivo para esperar cuando se puedan realizar de nuevo eventos masivos, lo cual podría ocurrir a finales de año.
Los músicos Pilar Luna y Hugo Gil, los danzantes Jaime Orduña y Marvin Salgado, el amigo Lupe Flores, entre otros personajes cercanos a la tradición fallecieron el año pasado y ocuparon un sitio importante en la ofrenda.
La música
Previo al homenaje, se emitió un programa especial de “La Sierra Gorda que Canta” transmitido por la estación de radio “La Mejor” de San Luis de la Paz, el 19 de diciembre, conducido por el periodista y escritor Eliazar Velázquez.
Posteriormente, los días 29, 30 y 31 de diciembre, se presentaron videos de varios momentos del festival, cuya labor de edición quedó a cargo de Vincent Velázquez.
Con mensajes de muchos de los artistas que han participado y sobre todo, parte de una legendaria topada entre don Antonio García y Guillermo Velázquez, a principios de la década de los noventa.
Anuncios