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l médico Herbert Arnulfo Ramírez Hernández libró el COVID-19 tras 2 meses de haber permanecido en Terapia Intensiva y atender en los meses álgidos de la pandemia a más de 500 pacientes con dificultad respiratoria sospechosos al coronavirus
Con 38 años de edad en octubre del año pasado resultó positivo a COVID-19 de 7 meses de estar en contacto directo con pacientes sospechosos.
Es un médico general que se desarrolla como jefe de urgencia desde septiembre del año 2019 en el Hospital General de San José Iturbide, desde que asumió el cargo ha pasado el mayor tiempo en este cargo enfrentando al virus desde la primera línea de batalla hasta que se contagió en octubre del año pasado.
Y aunque implementó todas las medidas de bioseguridad para protegerse en algún momento el virus afectó su cuerpo y empezó con toda sintomatología.
Fue entubado en Terapia Intensiva en el Hospital de Altas Especialidad del Bajío, referido desde su hospital sede el General de San José Iturbide en donde meses atrás estuvo atendiendo a pacientes; en la actualidad sobrevive a las secuelas del virus y trata de reincorporarse con rehabilitación.
Durante 2 meses estuvo intubado y conectado a un respirador, había días que se reportaba estable y en otros reportado como delicado.
“Solo me acuerdo como si estuviera soñando, pero real no, solo me acuerdo antes de que me entubaran, solo recuerdo cuando pasó el tubo a través de la vi cavidad oral y hasta que desperté en mi hospital sede, desde ahí quedé con una fístula traqueoesofágica “.
El médico Herbert a un año de distancia de ese capítulo en su vida, informó que la idea es reincorporarse a la vida habitual, aunque es complicado por las secuelas y complicaciones de salud que hoy presenta.
“Yo creo que me contagié al tener contacto con un paciente que llegó con dificultad respiratoria y resultó que era Covid, yo sentí que fue por él, pues un compañero y yo salimos positivos a la par luego de haberlo atendido “.
Herbert agregó que el próximo año cumple 5 años laborando para el Hospital General sin pensar que se venía una pandemia sin precedentes y que estaría a prueba su capacidad de resiliencia tras más de 10 horas ininterrumpidas diarias atendiendo pacientes.
“Definitivamente yo desde un principio estaba muy consciente del riesgo que implicaba, pero la verdad es que estoy comprometido con el trabajo, el hospital, mis jefes y la Secretaría de Salud “, concluyó.
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