Miguel Mejía H.

SAN LUIS DE LA PAZ

Las señas indicaban que se había cometido un crimen justo al borde de un pozo en la comunidad de San Isidro, pero tuvo que pasar tiempo para hallar a la víctima, que estaba dentro del pozo y posteriormente fue hallada una segunda persona.

Todo inició el pasado martes 24 de marzo por la tarde, cuando se reportó el hallazgo de rastros de sangre a escasos metros de un pozo (cerca de los límites con Pozo Hondo), además en otros objetos. Asimismo, en las paredes del pozo se vislumbraban también manchas de sangre.

El pozo tiene más de 60 metros de profundidad, por lo que se dificultaba el acceso al mismo para revisar qué había pasado. Se informó a la Fiscalía General del Estado (FGE), por lo que fue necesario equipo especial y muchas horas de labor.

El miércoles se informó que se trataba de un hombre y finalmente pudo ser recuperado su cuerpo.

Al respecto, la FGE informó hasta el jueves que dio inicio a las investigaciones por reporte recibido, “en el que informan que en el interior de un pozo ubicado en los límites de la comunidad San Isidro con Pozo Hondo, se encuentra una persona sin vida. Se constituyeron Agentes de la AIC (Agencia de Investigación Criminal) en el lugar de intervención, donde tienen a la vista el cuerpo sin vida de una persona de sexo hombre, con huellas de violencia; procesaron la escena y enviaron los indicios localizados a los laboratorios especializados para su análisis”.

Ese mismo día trascendió que en el interior del pozo fue hallado otro cuerpo, aunque en este caso no se ofreció información oficial del mismo.

Ambos cuerpos habrían sido enviados al Servicio Médico Forense para practicarles los estudios correspondientes y determinar las causas precisas del deceso, así como su identidad legal.