Se viven cuatro días de intensidad
Miguel Mejía H.
XICHÚ
El Festival de Huapango Arribeño y de la Cultura de la Sierra Gorda tuvo una intensidad tan desbordante que no sólo se encargó de conjuntar a exponentes de cinco países distintos de la tradición decimista sino que fue un encuentro de emociones en esta su tetragésima edición.
Y no es para menos, luego de iniciar como un homenaje a los viejos huapangueros el festival poco a poco se fue transformando en una de las expresiones culturales autogestiva por excelencia sin igual, al menos en la parte centro del país.
En esta edición el Comité Organizador se esmeró para invitar a grandes trovadores y músicos de Islas Canarias, Puerto Rico, Argentina y Cuba.
Fueron cuatro días con una dinámica de distintas actividades, donde además de homenajear huapangueros se rindió una sentida conmemoración a personas fallecidas cercanas a la tradición, entre ellas al trovador y poeta Cándido Martínez.
El festival inició el 29 de diciembre con la presentación del ballet folclórico Folklamist y huapango con Sebastián Jiménez y los Andariegos de la Sierra.
El día 30 hicieron talleres artísticos de realización de muñecas de trapo, máscaras, instrumentos prehispánicos, elaboración de libros, pintura, flores de papel y ajedrez; en la noche, en el programa artístico estuvieron el grupo catalán Ballades d’Advent, así como los trovadores y músicos de Islas Canarias; Yeray Rodríguez, Tania Gil, Domingo Rodríguez “El Colorado”, Julia Rodríguez, Pedro Manuel Afonso y Fernando García; de Cuba, Emiliano Sardiñas; de Puerto Rico, Roberto Silva, Omar Santiago, Fabiola Méndez y Carlos Martínez; y de Argentina, David Tokar. Al finalizar se realiza la ceremonia de velación en la ofrenda con la danza conchera de Corralillos, Victoria, y los mayordomos y concheros del Valle del Maíz.
El 31, último día del año, artistas y visitantes se dirigieron al panteón para rendir un sentido homenaje a trovadores, músicos, bailadores y personajes importantes de la tradición huapanguera y cultural, donde se habló del médico y mojiganguero Leopoldo Estrada, del Valle del Maíz; de Jorge Salgado, danzante conchero de Cieneguilla, Victoria, entre muchas personas que fallecieron durante el año.
Ahí, el poeta y trovador Guillermo Velázquez le rindió un homenaje especial al poeta huapanguero Cándido Martínez (de Río Verde, San Luis Potosí) con quien en al menos tres décadas se confrontó con él en diversas topadas, la última de ellas en 2008 en Doctor Mora.
Desde entonces no lo veía, pero el pasado mes de julio lo fue a ver a su casa, donde tuvieron un encuentro donde compensaron las ausencias de amistad y encontrarse, al despedirse quedaron de verse nuevamente, pero un mes después falleció.
“Por 40 años coexistimos,
sin que hubiera acercamientos amistosos.
Así fue y hace dos meses
con mis músicos llegué a visitarlo,
sin que Cándido supiera…
Lo hallamos triste, porque ya sin compañera
una insondable soledad lo consumía
pero, no obstante, le afloró la gallardía
y platicamos de los tiempos y la vida
sin darnos cuenta que era nuestra despedida…
Con el quedado de volver al Aguacate
para tocarle en su cumpleaños o de paso
adiós dijimos, y nos dimos un abrazo
y hubo sonrisas y verseos de disparate.
Ayer me dieron la noticia que aún me abate
y no he podido procesarla todavía
Te deseo Cándido con toda el alma mía
que te acompañe mucha luz en tu camino
y en paz descansa compañero del Destino”.
En el panteón hubo varias participaciones musicales, que acompañaron el homenaje y la sensibilidad del cierre de año, con los saldos que dejó.
Posteriormente se realizó un foro donde participaron uno de los trovadores homenajeados y se presentará el libro la “Décima del encanto” del trovador puertorriqueño Omar Santiago.
En el programa especial participaron de nuevo lo trovadores y repentistas invitados.
La topada con Guillermo
Justo minutos antes del 01 de enero, dio inicio la tradicional topada huapanguera, teniendo por un lado al poeta xichulense Guillermo Velázquez, acompañado de Descendencia López, y enfrente el poeta victorense Tobías Hernández, acompañado de los músicos Guilebaldo Díaz, Alex Montaño y Valentín Gil.
En la primera parte de la topada, el tema en el que versaron fue el aniversario 40 del festival, donde los poetas mostraron su preparación e improvisaron a respecto. Posteriormente, retomaron algunos de los temas de relevancia, tanto del país como del mundo.
Al final, como siempre, el público definiría quien fue el poeta ganador de este enfrentamiento poético, que define la tradición del huapango arribeño en la Sierra Gorda de Guanajuato y en la zona media de San Luis Potosí.
Antes de concluir, se le pidió al público asistente la aprobación para comenzar a organizar el festival 41 y la respuesta fue unánime, para continuar lo que ya se considera como la principal fiesta arribeña.
Como un agregado, antes de clausurar la fiesta, subieron a los tarangos los trovadores Yeray Rodríguez, del lado de Guillermo, y Emiliano Sardiñas, del lado de Tobías, donde mostraron su capacidad improvisatoria a través de la décima.